lunes, 31 de enero de 2011

Fina y Bartola, gatas acogidas

Ya que este año para poder ir a la Universidad he tenido que coger un piso en alquiler y sabiendo lo mucho que iba a echar de menos a mis animales, decidí acoger un gato para que ese vacío fuese más pequeño y, de paso, ayudar a un gato ofreciéndole un hogar.
Antes de esto intenté llevarme a mi gato pero a las mañanas se quedaba solo y le faltaba la compañía de las perras, así que tuve que dejarlo en casa, que es donde mejor puede estar, la verdad.
Acudí a Apasos con mi novio y, aunque en principio íbamos a acoger solamente a una gata (Fina) al final nos llevamos dos. Aunque a las dos las hemos cogido cariño rápido, son muy diferentes.
Fina es muy activa pero también muy miedosa. Al principio dejábamos la puerta de la cocina abierta pero intentaba robar cosas de la basura, así que sacamos la basura a la terraza, pero empezó a abrir los armarios altos en los que estaba el pienso y otras cosas como galletas para nuestro desayuno, así que decidimos cerrar la puerta de la cocina para que no se muriese de un empacho. Siempre que estamos comiendo algo intenta robárnoslo y maúlla desesperada para que la demos algo. Es muy cariñosa, yo diría que demasiado, ya que ahora mismo estoy escribiendo esto y está en mis piernas, entre el portátil y yo, intentando que las manos que están sobre el teclado acaben acariciándola. De vez en cuando, está encima de m y la estoy acariciando, y se le cruzan los cables y me muerde de repente y se va corriendo. Juega con cualquier cosa que pille, le encanta mirar por la ventana y subirse a lo más alto del armario.

Bartola es muy muy tranquila, supongo que de ahí su nombre. Está un poco gordita y se tira la mayor parte del tiempo tumbada o haciéndose las uñas en la pared, pero cuando ve que vamos a la cocina se levanta corriendo y cuando tiene frío y te ve coger la manta o meterte en la cama también corre para meterse dentro. Se come su comida y después lo que quede de la de Fina, que es más lenta comiendo. Cuando entra en la cocina no le suele apetecer salir y solo se la puede sacar o con comida o cogiéndola en brazos rápidamente porque si no intenta mordernos; la verdad es que no le gusta que la cojan pero si que la acaricien y suele darnos besitos (con su lengua excesivamente áspera), cosa que Fina nunca hace.
Fina está encima cuando quieres y cuando no y Bartola viene cuando ella quiere y si intentas que sea cuando tu quieras se enfada y se escapa. A veces se pelean por comida o por mimos, aunque tengan mucho de las dos cosas. Yo creo que es porque son de la calle.
Cuando les presenté a Kyra, nuestra Bóxer que está en casa con mis padres, Fina se subió al armario y Bartola se quedó quieta y cuando Kyra se le acercó se enfrentó a ella. La verdad es que Kyra, aunque se lleva bien con el gato de casa, tampoco se sintió muy a gusto así que nos la llevamos rápido, para que no se estresaran demasiado.
Fina y Bartola llevan con nosotros desde Octubre y estarán hasta Julio. Supongo que se nos hará duro despedirnos de ellas después de tanto tiempo pero antes de cogerlas ya sabíamos que eso pasaría. De momento seguiremos disfrutando de su compañía. Eso sí, si alguien está interesad@ en adoptar a alguna o a las dos, solo teneis que hacer click en las fotos y poneros en contacto con los encargados de las adopciones de gatos de Apasos, ya que cuando salgan de mi casa volverán a una casa llena de gatos y no reciben toda la atención que ellas quieren (Aunque están bien cuidadas, eso sí).

1 comentario:

  1. saludos!!

    que buena labor, a ver si alguien adopta a Fina, o a Bartola, y hacéis sito para otra gata de acogida en tu casa...

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