martes, 1 de febrero de 2011

Hartzita y Terra Natura

El verano pasado fuimos de vacaciones otra pareja y nosotros a La Manga del Mar Menor, en Murcia. Aunque hubo muchas cosas interesantes y aventuras que contar, aquí comentaré solo las que tengan que ver con algún animalillo.
Por ejemplo, un día que fuimos a ver las tienditas, que allí la mayoría son como las tiendas de los chinos pero con recuerdos de la manga, entramos en una tienda para comprar algún regalo para la familia y tal. Estábamos mi novio y yo dentro y entró un perrillo y se meó justo delante del mostrador donde nosotros estábamos.

Le comenté a la dependienta que había un charco de pis en la entrada, por si quería limpiarlo y pensando que el perro era suyo, y se enfadó con el dueño del perro y dijo que la gente soltaba a los perros y que le solía pasar eso. Tardamos un rato en salir, y mientras estábamos dentro ví a una pareja de espaldas que acariciaba al animal y pensé que serían los dueños. Pensé: "¡Menudos descuidados!". Pero como ya he dicho soy bastante despistada, y al salir de la tienda, cuando iba a echarles la bronca a "los dueños" vi que eran nuestros amigos. Entonces empezamos a buscar al dueño del perro y no vimos que nadie se interesara por él. Decidimos dejarle en número de mi móvil a la de la tienda por si alguien preguntaba por el animal y nos lo llevamos, ya que la tienda estaba a pie de carretera y no nos pareció un buen sitio para que estubiera.
Fuimos a la comisaría a decirles que teníamos un perro por si alguien preguntaba por él o si alguien estaba buscándolo pero no pusieron mucho interés en nuestro problema. Nos acercamos a los veterinarios que encontramos (uno a unos cuantos kilómetros) y le dijimos lo que había pasado. La veterinaria fué muy amable, nos ofreció un pienso de prueba y nos dijo que si alguien preguntaba por el perro nos llamaría, pero que lo más probable era que lo hubiesen abandonado. Lo llevamos al apartamento (en el que se podían meter animales) y estubimos con el unos 3 días. Lo llamamos hartzita, porque nos recordaba a un oso. Nos encariñamos bastante con él y cuando pensábamos que nos lo tendríamos que llevar de vuelta, nos llmaron por teléfono preguntando por el perro.
Nos costó bastante devolvérselo a la dueña, ya que nos dijo que tenía bastantes perros y que se le había escapado (y nos pareció un poco irresponsable por su parte o que no le había prestado demasiada importancia al animal) pero después nos contó que tenía a sus sobrinos o sus nietos o algo así desesperados por encontrarlo. Nos pusimos en su lugar y se lo devolvimos. La mujer muy amablemente nos ofreció otro perro que tenía de una nueva camada, pero como estamos todos un poco saturados le dijimos rápidamente que no.
Fueron unos días bonitos y divertidos ya que jugábamos a todas horas con él y le sacábamos a la calle. Además en un principio la intención era habernos llevado a Kyra nuestra Bóxer pero al final no pudo ser y él fué el sustituto perfecto por unos días.

Por otro lado, tenemos los días que fuimos a Terra Natura. Es un zoológico no muy grande pero hay bastantes especies y nos gustó muchísimo. El segundo día podíamos entrar gratis con la entrada del día anterior, así que decidimos que el primer día veríamos el zoo tranquilamente y el segundo veríamos los espectáculos. Aunque me encantan todos los animales, estos son los que más me gustaron:

Los leones que se les podía ver muy de cerca a través de un cristal. Luego sacaban a las leonas y encerraban a los leones y de vez en cuando se peleaban entre ellas. Podía verse como les daban de comer pero el día que fuimos a verlo nosotros no les dieron la comida a la hora prevista y tubimos que irnos.

Las nutrias, a las que vimos comer el segundo día y tirarse al agua a coger los trozos de comida que les lanzaban. Era muy bonito ver como entraban dentro y movían los troncos que había en el fondo y como nadaban...

Los osos y las jirafas, que se les podía dar de comer unas zanahorias y unos maices naturales que vendían en la entrada. Las jirafas eran muy graciosas porque se chocaban entre ellas al acercarse a comer las zanahorias y sacaban la lengua que era muy áspera y a la vez muy húmeda.

y sobre todo dos espectáculos: el de las aves de cetrería, en el que aparte de lo típico de los vuelos vimos también otros animales interesantes, como un cervatillo que aún tomaba biberón, y el que más me gustó fue el de nadar con los leones marinos. Lo disfrutamos muchísimo todos y fue una experiencia inolvidable. Estaría todo el día nadando con ellos, la verdad.
Después de ir al zoo fuimos al aquapark, al que se entraba con la misma entrada del zoo y allí nos relajamos después de un día largo y cansado pero divertido a la vez, ya que a los cuatro nos encantan los animales. He de decir que la parte que menos me gustó fue la del aviario, el lugar donde todo tipo de pájaros estaban sueltos. Había una gaviota asesina en el camino y me intentó atacar, me retó y tengo que reconocer que me ganó. No me llevo muy bien ni con las gaviotas ni con las avestruces (de pequeña una de estas me causó un trauma).
Y esto fue todo lo relacionado con animales, aparte de las conchas marinas que nos encontramos en el Mar Menor y los mosquitos tigre que nos abasallaron aun teniendo spray anti mosquitos. Me lo pasé genial disfrutando del sol de mi gente y de los sitios a los que fuimos.

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